Gafas bellas, bonitas y baratas las hay por montones. Pero como decían nuestras abuelas, de eso tan bueno no dan tanto. El problema con las gafas para el sol de dudosa calidad es que causan efectos nocivos al órgano visual. La conjuntivitis, la queratitis o la aparición prematura de cataratas son alguna de esas consecuencias que pueden sufrir los ojos gracias a esas bellas gafas de sol que compraste en la playa a última hora. Además es necesario saber que el color de las gafas está relacionado con una adecuada protección. Las de lentes marrones y grises se usan para los días soleados, las polarizadas para quienes practican deportes acuáticos. Es muy importante utilizar los lentes para el sol ya que el ojo es 20 veces más sensible a los rayos solares que la piel del cuerpo. Para elegir unas buenas gafas de sol, lo mejor es consultar con un oftalmólogo. Pero si esto no es posible recuerda que existen unas mínimas condiciones o requerimientos que no deben faltar: deben ser homologadas, los lentes no deben ser de material plástico, que tengan filtros solares que vayan del 0 al 4 y tener la garantía de protección UV
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AutorDayana Avila Aguilar Archivos
Enero 2018
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